lunes, 28 de enero de 2013

Visita a las cabricas de Rafa y Carmen


El contacto con la Naturaleza, el aprendizaje sobre el ciclo de la vida, sobre la íntima unión que existe entre el ser humano y los animales, y el conocimiento sobre cómo muchos alimentos provienen del cuidado de estos, es un objetivo fundamental de nuestro proyecto educativo. Lo debería ser de todos los proyectos educativos. Sin embargo, la masificación en los colegios, la poca inversión del Estado en la creación de una enseñanza acorde con la Naturaleza, hace que los niños de hoy en día crezcan alejados de los ciclos naturales, que no sepan imbricar a los seres humanos en el lugar en el que realmente se encuentran: como parte, y no la fundamental, de los procesos que ocurren en la Tierra, y ocupando un lugar en el que dependen y se relacionan con muchas especies, tanto animales como vegetales. El respeto por estos frágiles ciclos naturales, que parte de su conocimiento, ayudará en el futuro a reducir los procesos destructivos de la huella humana en el planeta Tierra.




Por eso, por ser algo prioritario para el equipo de personas que sostenemos día a día este proyecto, y teniendo de nuestra parte la inmensa suerte que significa vivir en el campo y que algunos de nosotros (como Carmen y Rafa) inviertan parte de su energía en cuidar un rebaño de cabras y varias manadas de abejas, un día soleado de Enero decidimos ir con todos los niños a visitar a sus animales (más información en El hortelano y las Cabras corta hierba).




Una actividad de este tipo requiere cierta preparación, que lógicamente se hace mejor en equipo. En este caso la familia se reparte las tareas, mientras Carmen entretiene a nuestros pequeños con su habitual energía y esa gracia que va unida a la vida de la farándula, Rafa nos trae las "casitas" de las abejas para que los peques puedan comprender algo de la vida de estas laboriosas criaturas voladoras, que son parte fundamental del ecosistema y que tanto nos dan, pidiendo sólo a cambio que no envenenemos los recursos que ellas utilizan para crear su mágico oro líquido y polinizar, de paso, millones de plantas que nos ayudan a alimentarnos y a hacer habitable el planeta.





Rafa y Carmen se han propuesto enseñar a los pequeños cómo se hace el yogur a partir de la leche que las cabras dan, y cómo hay que cuidarlas para que ellas estén sanas y contentas, no tengan miedo de ser tocadas por los humanos y cada día nos cedan su blanca leche para hacer riquísimos postres.



En el corral las cabras de Rafa, se portan de maravilla, como si hubieran ido a una escuela libre, y dejan que los niños se acerque a ellas, las ordeñen y cojan en brazos a los mimosos y saltimbanquis cabritos. Tener en brazos a una criaturilla de estas es algo que no se olvida fácilmente.






Cuando terminamos de ordeñar a las cabras, nos dirigimos a la casa de Carmen y Rafa para participar en una "clase práctica" sobre la preparación del yogur. Como se puede observar en la serie de fotos a continuación, a los niños le encanta la demostración que ambos hacen, y mantienen su atención puesta en ellos durante "bastante" rato. Esta actitud nos enseña a nosotros que cuando a un niño le interesa algo, es capaz de estar atento y de respetar a la persona que le brinda un conocimiento.







Con esta maravillosa charla aprendemos cómo hay que filtrar la leche después de ordeñarla, cómo hay que mantenerla a una temperatura calentita para que los hongos del yogur se encuentren "cómodos" en la leche, decidan reproducirse mucho y entre todos ponerse a trabajar, haciendo la leche cada vez más cremosa, hasta que con sus dotes de fermentación, esta se convierta en un rico yogur , ¡¡¡¡como los que nos comemos para almorzar!!!!


Después del almuerzo, aprovechando estos casi primaverales días que algunos años se presentan en Enero en esta tierra, nos vamos dando un paseo, hasta los colmenares de Rafa. Por el camino, los niños se relacionan entre ellos y con los papás y mamás, se hacen más amigos, descubren lo divertido que es llevar un palo en la mano cuando se camina por el campo, o lo mágica que es la vida que se esconde bajo la hierba .....










Cuando llegamos a los colmenares, Rafa nos brinda una detallada explicación del increíble mundo de las abejas, para que tanto grandes como chicos, tomemos conciencia de que la unión hace la fuerza, de que el trabajo en equipo te hace más grande y de que como dice el dicho "para ser más alto sólo tengo que subirme a los hombros de alguien". Las comunidades de abejas están en peligro actualmente, y hasta el gran sabio Einstein dijo que la desaparición de este humilde insecto lleva unida la desaparición del hombre. Actualmente se encuentran en una situación que se ha venido en llamar "colapso" y que ha hecho desaparecer prácticamente las abejas salvajes de grandes zonas de la Tierra. Desde luego, todas las causas que se atribuyen a este declive tienen que ver con el hombre y con sus sistemas de asentamiento y producción, desde polución hasta plaguicidas. 








Y para terminar, decir que mañanas como esta, diferentes e instructivas, son  parte el poso que queremos dejar en las vidas de los niños, para que estos aprendan a respetar y a amar cada pequeño ser vivo, y a situarlo en su medio natural, sin que la vida artificial que nos hacen vivir por medio de la publicidad y la televisión, deforme la verdadera grandeza que hay en cuidar a los animales y a las plantas más cercanos a nosotros



Gracias a Chussa por el estupendo documento gráfico de esta jornada campera.


¡¡¡¡Gracias a Carmen y Rafa por su hospitalidad y su cariño!!!!








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