jueves, 6 de febrero de 2014

Aparece la música en La Oropéndola

Un día más en la escuela. 
Nos acompaña el susurro de las hojas en los árboles, el canto de los pájaros y las notas que al azar se juntan y se separan en la mochila de Carmen.
Nosotros esperamos estos días con ilusión. En nuestras pequeñas cabezas resuenan los ritmos y las notas que vamos día a día aprendiendo, que entran sin pedir permiso en nuestros corazones, y que ponen la melodía a nuestros ajetreados cuerpos, removidos en su continuo crecimiento.


Carmen pone a punto el instrumento que le acompaña en la magia de la música y, mientras, algunos nos acercamos al piano y experimentamos el misterio que encierran estos artilugios; invenciones que desde lo más antiguo de las edades de la humanidad, acompañan nuestro caminar sin pedir nada a cambio. 



Cogemos los grandes aros de colores y los colocamos en el suelo para aprender la escala musical y, mientras escuchamos la melodiosa y afinada voz de Carmen, explicando las reglas del taller, sabemos que del movimiento de nuestros cuerpos surgirán los colores de cada nota y que entrarán en nosotros mágicamente. Y que de aquí saldremos más sabios porque aprendemos nuevos modos de expresar nuestras emociones.

Preparados para la música ................ ¡¡¡Saltamos de nota en nota!!! ..... muy atentos a las pautas de ritmo y cadencia que marca la artesana de este taller.











La música es algo etéreo, y se puede hacer con cualquier cosa. Los sonidos nos rodean por todos lados, vuelan de aquí para allá, y de nosotros depende abrir la puerta de nuestro sentimiento y dejar que nos invadan. 
Cuando aprendemos a escucharlos, nos sólo a oírlos, sino a escucharlos prestando atención, es cuando les damos la vida y aparecen ante nosotros con diferentes texturas, dibujados con trazo fino o grueso, fuertes o débiles, sencillos o complicados ............ cada uno con su personalidad.

Para abrir la puerta de nuestra sensibilidad, aprendemos a hacer crujir simples cosas que nos rodean y que tienen su particular música en ellas.



¡¡¡Los periódicos nos sirven para ello!!! Aunque parece que los leemos atentamente, no estamos tan interesados en la caduca actualidad de cada día como en los sonidos escondidos en este humilde papel.






Aunque algunos intentamos que los papeles suenen como una flauta, Carmen nos informa de que no ¡no es posible! ..... pero ¡tranquilos! ........ ahora veréis como de unos cuantos papeles arrugados, y si cerramos los ojos, podemos sentir como si pisáramos la alfombra de hojas secas del bosque en otoño ........ o quizá como el viento travieso revuelve el carrizal de la rambla y se sobresaltan los pajarillos ..........  o tal vez el ir y venir del mar .......... o ¿tal vez pueden ser las pisadas de un duende que se acerca a su casa tan tranquilo, después de un día recogiendo flores y aromas entre arbustos de verdes colores?








Por fin!! y como recompensa después de afinar nuestra sensibilidad .... Carmen nos deja tocar un poco las mágicas teclas del piano. Y podemos sentir que tras la ligera presión de nuestros dedos, obediente y sincera, aparece la música y es mágico crear este momento y hacer como las mujeres y hombres que han perseguido tantos y tantos siglos este misterio sonoro.





Y como en toda orquesta, ¡no nos falta la base rítmica!!! ...... que marca la pauta en la que se entreteje el sentimiento humano hecho MÚSICA!!!!



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